martes, 29 de agosto de 2017

Día 10. Fin del periplo.


Esta mañana nos hemos levantado a la hora de todos los días, y sin prisa pero sin pausa, hemos desayunado, y nos hemos ido a la estación de ferrocarril, pues Rafael tenía que coger un tren a Mulhouse para desde allí ir a París, Londres, Oxford. Yo le he dejado allí, y me he ido a buscar papel de burbujas para empaquetar mi bici de vuelta.

Después de comprar el papel de burbujas he vuelto a la estación a coger un autobús al aeropuerto (autobús en el que se puede ir con la bici). En el aeropuerto he buscado un sitio a la sombra y he procedido a desmontar y empaquetar la bici. La bolsa final era súper chula, con bicis impresas y todo (no recuerdo donde la compré!) ... eso sí, también era barata y he podido comprobar al recogerla que era de un solo uso! Ja,ja,ja!!



Algunas reflexiones, 

El viaje de Passau a Basilea, han sido 10 días inolvidables, ... lo mejor de todo, haber podido compartirlo con Rafael, a pesar de que él no estuviese siempre al 100% por sus problemas con la barriga.

Yo he hecho 746 km en 9 días (sin ninguno de descanso!), lo que supone una media de 83 km diarios!, ... no me extraña que cada día me costara más empezar la ruta, y que cada día me costara más acabarla, mis piernas ya no dan mucho más de sí! Rafael ha superado los 800 km, pues como le parecía corta la séptima etapa, se acercó a Constanza.

Las bicis se han portado bastante bien. Antes del viaje Rafael había llevado su bici al taller para una reparación del cambio, y al parecer se lo habían dejado un poco desajustado y no cambiaba bien, pero consiguió ajustarlo sobre la marcha el segundo día. Mi cambio de marchas se quedó fijo en el plato chico en la séptima etapa, pero preferí no tocarlo, y por la noche ya funcionaba. También tuve que poner cinta americana para mantener en su sitio un perno del freno y la cinta del manillar, pero nada de importancia. Ah!, tampoco hemos pinchado nunca.

Me han resultado curiosas algunas cosas de Alemania tales como:
- Que no siempre es fácil encontrar alemanes que hablen en inglés. 
- Que las comunicaciones no son especialmente buenas y que en particular la Wifi no es una cosa que se prodigue mucho. 
- Que al menos en el sur, uno de cada tres tejados (granjas, casas, o lo que sea) tiene paneles solares (lo que nos demuestra que aquí tenemos una gran capacidad de mejora en energía solar).
- Que hacen mucho cicloturismo (aunque según me dice Rafael, siempre por rutas establecidas).
- Que son muy muy amables, y que en cuanto abres un mapa se te acercan para ver si te pueden ayudar, ... aunque eso sí, te ayudan en alemán!



lunes, 28 de agosto de 2017

Día 9. Kaiserstuhl - Basilea. 90 km.


La etapa de hoy, como era de esperar (por ser un área industrial y llegar a una ciudad grande) no fue muy bonita. Casi desde que salimos, y como el Rhin va entre montañas, durante muchos kilómetros los ferrocarriles, las carreteras, y la vía ciclista van juntas y encajonadas entre el río y la montaña.

Toda la zona es muy industrial, y se ven fábricas en casi todo el recorrido, aunque eso sí los vertidos deben estar absolutamente prohibidos, pues el río se ve bastante limpio. En una de las zonas con más naturaleza el camino ciclista pasa junto a una central nuclear que aprovecha el agua del río para su refrigeración. También en esas zonas, existen búnkeres construidos en 1939, ... se nota que los suizos no se fiaban mucho de lo que ocurría en Alemania, y si les afectaría.



Desde unos 25 kilómetros antes de llegar a Basilea, circulamos por zonas urbanas, entre calles, salvando autovías y vías férreas por túneles o puentes, y en general una circulación bastante estresante. A Rafael le dolía un poco la barriga y lo único que deseaba era llegar y dejar de dar a los pedales. Al final, cansados pero contentos de nuestra pequeña aventura hemos llegado a la meta.


El Bed&Breakfast en el que nos quedamos es bastante interesante arquitectónicamente, ... un poco Bauhaus! ... después de una charla del dueño del B&B sobre su vida, su casa, Picasso  y Basilea, nos fuimos a dar una vuelta por la parte antigua de la ciudad.

Lo más curioso de todo es ver cómo la gente se baña dejándose llevar corriente abajo agarrados a unos flotadores durante un par de kilómetros!, y la verdad se diría que disfrutan bastante de lo que posiblemente sea el divertimento de la juventud local.




domingo, 27 de agosto de 2017

Día 8. Stein am Rhein - Kaiserstuhl. 67 km.


En Stein am Rhein nos quedamos en un Bed & Breakfast que ha resultado bastante agradable. Después de un buen desayuno y ya con las bicis hemos vuelto a hacer una visita a la ciudad y nos hemos puesto en marcha.

En esta zona del río, el Rhin hace frontera entre Alemania y Suiza. Nosotros hemos ido partes por Alemania y otras por Suiza, adicionalmente hemos pasado por el enclave alemán de Büsingen am Hochrhein, y más que nada por curiosidad, hemos parado a ver las señales fronterizas (el pueblo tampoco tiene nada que destacar).

Estábamos en el lado Alemán, y no nos hemos podido resistir a cruzar el puente de madera, y pasar a visitar el pueblo Suizo de  Diessenhofen, también muy interesante. 




Después de unos kilómetros, por un problema de coordinación y también porque mi móvil se niega a funcionar, nos hemos despistado por un buen rato, aunque finalmente nos hemos reencontrado en Schafaussen, con su castillo y casas con las fachadas pintadas!

A partir de ahí hemos ido todo el rato por el lado suizo del río, hemos visto las cataratas del Rhin, que resultan bastante espectaculares, ... pero no hemos parado mucho por la cantidad de gente que había, posiblemente por ser domingo.


La ruta por Suiza ha hecho honor a la fama de su país, con permanentes subidas y bajadas!, ... hoy me he tenido que bajar y empujar la bici al menos 8 o 9 veces! ... debe ser el cansancio acumulado, pero mis fuerzas cada vez dan menos de sí.

Hoy nos quedamos en Kaiserstuhl, un pueblecito suizo súper cuidado a orillas del Rhin que podría ser de cuento!. ... y en la otra orilla del río un castillo en la parte alemana. Según dicen, los pueblos de Alemania serían parecidos si no hubieran tenido dos guerras. 


sábado, 26 de agosto de 2017

Día 7. Sigmaringen - Stein am Rhein. 88 km


Hoy es un día de transición pues después de haber estado seis días siguiendo el curso del Danubio (hacia su nacimiento) pasamos del Danubio al Rhin para seguir nuestra ruta por este río hacia su desembocadura.

Rafael se encontraba bastante mejor, y se notaba!, ... me ha llevado volando los primeros 42 km que a pesar de tener cuestas infinitas los hemos hecho a casi 18 km/h en menos de 2,5 horas, y eso a pesar de que hoy también hemos tenido que superar obstáculos del camino (recientes tormentas habían tirado algunos árboles). Así hemos llegado a Stockach a tomar un tentempié!


Después de unos pocos kilómetros más y antes de llegar al río, nos hemos separado, Rafael se ha ido hacia Constanza y yo hacia Radolfzell am Bodensee además de esa forma yo llegaría al B&B antes de las cinco, que era la hora a la que habíamos quedado (y también porque después varios días pedaleando, mis piernas ya no dan para grandes aventuras). Y bueno, al final, después  de otros 46 km he conseguido llegar antes de la hora fijada.

La ruta ha sido eminentemente agrícola y forestal en la primera parte, y en la segunda ya junto al río desde Radolfzell (a orillas del lago Zell) hasta Stein am Rhein mucho más vacacional, y un poco como la costa azul (aunque sin sus mansiones) con muchos barcos, muchos coches deportivos y muchos veraneantes. Aquí el Rhin tiene el agua muy cristalina, llega después de nacer en los Alpes suizos y pasar por el lago Constanza.


Stein am Rhein, es un pueblecito suizo absolutamente espectacular, da la sensación de un pueblo noble medieval en el que se ha detenido el tiempo, perfectamente conservado, y con las fachadas de sus casas pintadas.

Ya tarde, cenando a la orilla del Rhin ha llegado Rafael, que se había hecho 70 km adicionales a los míos!!!!






viernes, 25 de agosto de 2017

Día 6. Ülm - Sigmaringen 100 km



Ah!, Ayer vimos una bonita manera de vender flores frescas, ... una forma de "sírvaselo usted mismo", las flores están plantadas, y solo hay que cortar las que uno quiere y dejar el dinero en un bote al efecto.

La etapa de hoy ha sido variada, alternando zonas muy industriales con zonas totalmente agrícolas sobre todo maizales. Los caminos también han variado de pistas suaves y bien asfaltadas a zonas de gravilla suelta, o caminos agrícolas. Eso sí, hemos tenido persistente viento de cara que hace mucho más pesado avanzar.

Hoy hemos ido un poco más despacio, pues el estómago de Rafael lo requería. En el camino hemos parado a tomar algo en Riedlingen, y hemos dado un vuelta por el centro histórico con muchas casas con vigas de madera vista muy interesantes.

También muy interesante el pueblo de Scheer encajonado en un meandro del Danubio.

Al final hemos llegado a Sigmaringen, en el que impresiona el castillo en la parte alta de la ciudad. Y claro según nos aproximamos a su nacimiento, poco a poco el Danubio se ha ido haciendo más pequeño, y ya ni se le parece al de Passau.







jueves, 24 de agosto de 2017

Día 5. Blindheim - Ülm. 72 km

Ayer, Rafael cayó en la cuenta que Blindheim era la génesis del nombre del palacio de "Blenheim" que el Duque de Marlborough se había construido en Oxfordshire. El caso es que el duque le puso ese nombre porque las tierras fueron un regalo por su victoria en una importante batalla de la guerra de sucesión española que se produjo en Blindheim en 1704.



En fin, aquí, bastante lejos de España, en una batalla de la guerra de Sucesión, murieron al parecer unos 18.000 hombres, y desertaron o huyeron unos 10.000. Esta mañana nos hemos acercado a un par de memoriales que hay en el pueblo.

Por cierto, el Duque de Malborough, es el mismo que el de la canción española "Mambrú se fué a la guerra, no sé cuándo vendrá, ..."! ... esa sí que es una buena evolución fonetica, ... de Malborough a Mambrú!

El camino hoy no nos ha ido mal del todo, algunas veces por buenas pistas entre campos de cultivo, y otras al lado del río, o por bosques con paisajes más bonitos, pero con mucha grava suelta que deja los brazos doloridos de las vibraciones.

Ülm es una ciudad bastante grande, que destaca por tener la catedral con la torre más alta!, ... y que debería destacar por ser el lugar donde nació Albert Einstein aunque la casa donde nació fue bombardeada durante la guerra, y el renegó de su nacimiento alemán (motivos tuvo)!


miércoles, 23 de agosto de 2017

Día 4. Ingolstadt - Blindheim. 99 km

Esta mañana, antes de dejar la ciudad, nos hemos acercado a ver la antigua escuela de anatomía en la que Víctor Frankenstein hacia sus experimentos, aunque no hemos entrado, pues teníamos un día largo por delante.

En el camino, y de forma un tanto inesperada hemos visto el castillo de Schloss Grünau
en un paraje perfecto y en un estado de conservación envidiable! 



Después de un rato hemos llegado a la ciudad de Neuburg and der donau. También muy interesante y muy bien conservada. Tras tomar un tentenpié, nos hemos dado una vuelta por la ciudad antigua.



Nada más salir de Neuburg nos hemos encontrado cortada la pista que va junto al Danubio, y nos ha tocado escalar por la montaña, eso sí, gracias a ello hemos apreciado (en el mirador de Finkenstein) unas maravillosas vistas del Danubio desde arriba.

... si ayer me quejaba de la escalada previa al Monasterio de Weltenburg, hoy ha sido así prácticamente todo el día, una escalada tras otra, y algunas de ellas súper-fuertes!



... en fin, después de un montón de kilómetros y gracias a que en los últimos 20 Rafael ha puesto un buen ritmo mantenido, limitándome yo a seguirlo. Al final, con las piernas doloridas hemos llegado Blindheim, a una antigua y maravillosa granja en la que teníamos reservado nuestro alojamiento!

... un error logístico, nos planteó un problema con la cena, que gracias a Rafael que se animó a darse una caminata adicional de 13 km, quedó solucionado.



martes, 22 de agosto de 2017

Día 3. Regensburg - Ingolstadt. 82 km.

Salimos tranquilamente de Regensburg pasando por la calle de Kepler, y directamente cogimos el camino junto al río. 

Enseguida nos separamos Rafael y yo, ... su ritmo es mejor que el mío, y después de unos kilómetros, en Kelheim (bonito pueblo entre el Danubio y un afluente) nos volvimos a encontrar!.



Desde Kelheim fuimos pedaleando juntos mientras el Danubio se iba encajonando entre las montañas. Tanto se encajonó, que se acabó el camino, y hubo que ponerse a subir una montaña de pendiente imposible, al menos para mí. ... acabé subiendo andando (que no es la primera vez que me ocurre). Después de bajar nos encontrábamos ante el Monasterio de Weltenburg.  Yo decidí coger una barca y cruzar el río, ... Rafael se quedó en la otra orilla.



Nos fuimos viendo de vez en cuando, y nos acabamos encontrando para llegar juntos a Ingolstadt.

Ingolstadt es una ciudad muy interesante, y famosa entre otras muchas cosas por haber sido la cuna de los "illuminati", y porque en su famosa escuela de anatomía es donde según Mary Shelley, Viktor Frankenstein trató de volver a la vida cuerpos inanimados.




lunes, 21 de agosto de 2017

Día 2. Mariaposching - Regensburg. 70 km.

Anoche nos quedamos en un Gasthof, en la pequeña aldea de Lohan en Mariaposching, con lo cual cenamos allí mismo. El sitio era bastante agradable, y era el punto de reunión local de los hombres del lugar a charlar y beber cerveza.

Hoy después de desayunar, preparamos los equipajes y nos pusimos en camino!, ... en principio todo ha ido bien salvo los problemas con los cambios de la bici de Rafael, que después de unos ajustes consiguió que funcionarán sin muchos ruidos!



Hemos dejando todo el rato el Danubio a nuestra izquierda, y hemos ido bastante deprisita, se nota que habíamos dormido bien (más de 10 horas!), aunque al final yo ya no podía con mi alma.

El fin de etapa era en Ratisbona (Regensburg), ciudad súper interesante con sus casas e iglesias en un ambiente muy medieval. Después de recorrerla nos hemos pegado una buena cena en la plaza del obispo, y luego nos hemos acercado a la casa donde vivió y murió Johannes Kepler. ... curioso que ayer en el camino vimos una representación a escala de un planetario en el que el sol sería como un balón de fútbol, y los planetas se situaban espaciados a lo largo de por lo menos un par de kilómetros!



Ah! Hoy nos hemos quedado en la Katolische Akademie. Un seminario, (muy a tono con el lugar, ... lleno de iglesias, monasterios, etc...) que en verano alquilan las habitaciones.

domingo, 20 de agosto de 2017

Día 1. Passau -Mariaposching 78 km.

Como el viaje consiste en cruzar el sur de Alemania, desde Austria a Francia, ... lo primero que había que hacer es ir hasta Austria para empezar adecuadamente, así que después de levantarnos hemos cruzado Passau transversalmente hasta llegar a Austria. Esto habrá supuesto unos 4 km más, pero lo bien hecho bien parece.

Después de dos semanas anunciando lluvias, el día ha amanecido con nubes y claros, pero la lluvia nos ha respetado todo el día!

Hemos empezado en la orilla derecha del Danubio y después de un buen rato, antes de llegar a la presa y las esclusas hemos cambiado de lado. Últimamente ha debido de haber bastante viento, y había bastantes árboles caídos que dificultaban el paso, en general y salvo un par de ocasiones en las que hemos tenido que hacer un poco de Indiana Jones para salvar los obstáculos, hemos cogido desviaciones.



Hemos pasado por una zona de parque natural, especialmente bonita, si no fuera porque el camino en esa zona era todo de grava suelta.

Hoy es Domingo, y en Alemania la vida se paraliza bastante, y eso se notaba incluso en el escaso tráfico de barcos en el río.

sábado, 19 de agosto de 2017

Día 0. Passau


Otra vez en Passau, donde al Danubio se le junta el Linn. Esta vez venimos Rafael y yo a hacer una ruta por el Danubio y por el Rhin.

Los dos hemos volado con Lufthansa a Munich, Rafael desde Heatrow y yo desde Barajas. Lo interesante de volar con Lufthansa es que no hace falta desmontar y empaquetar las bicis, lo cual tiene sus ventajas pues ahorra tiempo, y las cuidan más! ... al no llevar las bicis por una cinta, a los dos nos hicieron pasar con ellas por zonas y controles de seguridad no habituales para los viajeros normales.

Una vez que nos encontramos en Munich, cogimos un tren normal, y llegamos aquí bastante tarde, lo que no nos impidió dar una vuelta por la ciudad!

Esta vez me ha resultado curioso, pues por la arquitectura de la ciudad se refleja un cierto pasado jesuítico, que efectivamente queda confirmado en el nombre de alguna de sus calles.